Carreño no puede levantar a España
Pablo Carreño cayó en tres durísimos sets ante Marin Cilic y España queda eliminada de la Copa Davis 2022 en cuartos de final
Bautista pierde ante Coric y España se queda al borde del precipicio
No pudo ser. Pablo Carreño Busta quería ser el gran héroe de España en la Copa Davis y lo dejó todo para conseguirlo, pero no logró superar su gran misión. El tenista gijonés, en una batalla de más de tres horas y miles de idas y vueltas, cedió ante el veterano croata Marin Cilic (5-7, 6-3, 7-6(5)) y dice adiós junto a sus compañeros a un torneo al que llegaron con grandes bajas y se despiden, pese a la prematura derrota en cuartos de final, con la cabeza alta.
El partido de Carreño fue bueno, también inútil en cuanto al resultado, pero sobre todo fue épico. Comenzó ganando un primer set de quilates en el que aprovechó el importante número de errores de su rival, vio como Cilic reaccionaba con una reacción feroz y en el tercer set remontó dos veces hasta forzar una muerte súbita en la que sólo la genialidad de una gran estrella como Marin le hizo ceder. No tenía la pista a su favor, ni el resultado. Lo dio todo y no se le puede pedir más.
La derrota de Roberto Bautista a manos de Borna Coric en el partido inaugural de la eliminatoria había dejado a España contra las cuerdas y encomendada a su número uno, que no era Rafa Nadal ni Carlos Alcaraz pero sí Pablo Carreño, un tenista de los que nunca se arruga cuando vienen mal dadas. El asturiano estaba ante su gran oportunidad en una competición en la que no siempre ha encontrado los resultados deseados, y qué mejor opción de darle la vuelta que apelando a la épica frente a su público. Enfrente, dos enemigos. La pista rápida del Carpena, que ya había dado ventaja a Croacia en el primer punto y un Marin Cilic curtido en mil batallas y a cuyos golpes planos el resbaladizo tapete le venía de maravilla.
Pese a que apenas había podido ver unos juegos en directo del anterior encuentro, Carreño demostró haber aprendido de los errores cometidos en el primer set. Para ganar en esta pista no hay que especular, sobre todo al resto, porque las oportunidades no sobran. Cilic entró frío y cometió hasta cuatro dobles faltas en el primer juego, pero sobrevivió. El juego de luces y sombras al saque también apuntó a Pablo, que resistiría en un segundo turno en el que ambos contendientes volvieron a contar con oportunidades, fruto de errores y de ganadores por valentía.
Carreño hace soñar a España
A la tercera se iba a encontrar una solución, pero no por mucho tiempo. Pablo quebraba, por fin, el servicio de Marin, quien de inmediato se ponía las pilas para aprovechar una mínima relajación del asturiano. El fallo pequeño se paga igual en los partidos grandes y Carreño perdía la ventaja, volviendo a ver las tablas en un luminoso que había hecho, por minutos, regresar la ilusión al Carpena.
El nivel de servicio de ambos contendientes subió entonces, de forma casi obligada para subsistir. Lo que no desaparecía era la igualdad, que estaba en el ranking y también en cada lance de un bonito y emocional partido, llamado a resolverse sin más remedio en el tramo decisivo. El detalle, en esta ocasión, caía del lado de Carreño, por defecto en el servicio de Cilic, con otras dos dobles, pero también por mérito propio de cerrar el set al saque y hacer soñar al público.
El comienzo de partido de Carreño era esperanzador, por resultado, sensaciones y voluntad de ser el héroe, pero enfrente había una leyenda que no quería marcharse del Carpena sin darle el pase a su equipo a semifinales. Cilic no está ya en su mejor momento físico, pero su brazo derecho sigue siendo diferencial golpeando en parado. De derecha y de revés, Marin comenzó una exhibición que en un principio fue neutralizada por un Pablo, pero que finalmente el gijonés no pudo sostener.
Cilic aumenta la tensión
Palo viene y palo va del croata, y en su mayoría dentro. Tres winners en algún punto, con Carreño corriendo de lado a lado hasta que no podía más. La receta era la de siempre en Cilic, tan sencilla como inabarcable para su rival. Un solitario break le servía para salir indemne de la batalla y llevarla, al menos al tercer set.
La eliminatoria se había convertido ya en un thriller, acentuado por la batalla de elementos más allá del tenis. Del bando español, el público, respondiendo con un lleno y aliento constante a la petición de ánimo de la Armada. Los croatas, por su parte, contaban con una pista rápida a su gusto y que iba a seguir mostrándose diferencial en favor de los golpeos, planos y rápidos, de Marin Cilic.
El croata iba a más y Carreño, corriendo constántemente, algo a menos, aunque seguía combatiendo con la victoria en mente para el segundo individual. España entera estaba del lado de un más que meritorio Pablo, que sin embargo iba a ceder ante otro juego magnífico de Cilic, esta vez con la colaboración del gijonés, visiblemente cansado y, por ende, desacertado en sus funciones al servicio. Pero no rendido.
España dice adiós a la Davis
Cilic estaba enganchando golpes, pero sus 34 años no escapaban al cansancio, haciéndole mella y dejando ver una debilidad muy marcada. Las dobles faltas, hasta 15, hacían que Marin sufriera casi en cada juego al servicio, hasta que en el 4-3 y a la tercera Carreño lograba el ansiado break que devolvía las tablas al luminoso y hacía regresar, de nuevo, una ilusión que no cesaba entre la afición debido al partidazo.
La igualdad se había roto mil veces, pero tendría que hacerlo, a la fuerza, una vez más. Sería en el tie-break donde se dictaminaría el ganador y ahí, pese a que Pablo había remontado y se mostraba más fresco, fue Cilic, gracias a sus genialidades de fondo y un servicio recuperado para la causa, el que se llevaría el gato al agua para confirmar el adiós de la anfitriona a la Copa Davis 2022.